Clemente XI
Giovanni Francesco Albani
Papa (1700-1721)
Clemente XI nació el 22 de julio de 1649 en Urbino.
El 23 de noviembre de 1700 fue elegido como sucesor de Inocencio XII.
Dudó durante tres días si aceptar o rechazar el cargo de Sumo Pontífice.
La mayor preocupación espiritual de su pontificado fue el jansenismo, un movimiento reformista católico romano. Se opuso a la doctrina jansenista publicando dos bulas contra ella, Vineam Domini (1705) y Unigenitus (1713).
En un decreto de 1704 y en una bula posterior, Ex Illa Die (1715), condenó también ritos chino-cristianos que permitían el culto de los antepasados y de Confucio.
Intentó sin éxito intervenir en la guerra de Sucesión de España (1701-1714), en la que Francia y Austria reclamaban los derechos de sucesión al trono español dejado vacante por Carlos II.
Clemente XI falleció el 19 de marzo de 1721 en Roma.
Papa de la Iglesia católica
8 de diciembre de 1700 - 19 de marzo de 1721
Predecesor
Inocencio XII
Sucesor
Inocencio XIII
Ordenación
septiembre de 1700
Consagración episcopal
30 de noviembre de 1700
Oración del papa Clemente XI
Creo, Señor, haz que crea con más firmeza; espero, haz que espere con más confianza; me arrepiento, haz que tenga mayor dolor. Te adoro como primer principio; te deseo como último fin; te alabo como bienhechor perpetuo; te invoco como defensor propicio. Dirígeme con tu sabiduría, átame con tu justicia, consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder. Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, para que se dirijan a ti; mis palabras, para que hablen de ti; mis obras, para que sean tuyas, mis contrariedades, para que las lleve por ti. Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras. Señor, te pido que ilumines mi entendimiento, inflames mi voluntad, limpies mi corazón, santifiques mi alma. Que me aparte de mis pasadas iniquidades, rechace las tentaciones futuras, corrija las malas inclinaciones, practique las virtudes necesarias. Concédeme, Dios de bondad, amor a ti, odio a mí, celo por el prójimo y desprecio a lo mundano. Que sepa obedecer a los superiores, ayudar a los inferiores, aconsejar a los amigos y perdonar a los enemigos. Que venza la sensualidad con la mortificación, la avaricia con la generosidad, la ira con la bondad, la tibieza con la piedad. Hazme prudente en los consejos, constante en los peligros, paciente en las contrariedades, humilde en la prosperidad. Señor, hazme atento en la oración, sobrio en la comida, constante en el trabajo, firme en los propósitos. Que procure tener inocencia interior, modestia exterior, conversación ejemplar y vida ordenada. Haz que esté atento a dominar mi naturaleza, a fomentar la gracia, servir a tu ley y a obtener la salvación. Que aprenda de ti qué poco es lo terreno, qué grande lo divino, qué breve el tiempo, qué durable lo eterno. Concédeme preparar la muerte, temer el juicio, evitar el infierno y alcanzar el paraíso. Por Cristo nuestro Señor. Amén.