Poeta colombiano
- Uno de los más importantes precursores del modernismo colombiano.
- Obras: El libro de versos, Gotas amargas, De sobremesa...
- Género: Poesía
- Movimiento: Modernismo
- Padres: Ricardo Silva Frade y Vicenta Gómez Diago
José Asunción Silva nació el 27 de noviembre de 1865 en Bogotá, Colombia."El problema de la muerte no tiene solución. Tampoco la tiene el problema de la vida"
José Asunción Silva
Padres
Hijo de Ricardo Silva Frade y Vicenta Gómez Diago.Poemas
En 1875 escribió su primera poesía: Primera Comunión. Tres años después dejó los estudios y trabajó con su padre.Escribió el poema Suspiro.
Viajó a París, donde conoció a Mallarmé y a Gustave Moreau. Después se trasladó a Londres y Suiza.
La guerra perjudicó los negocios de su padre, y a su vuelta, se hizo cargo del negocio comercial de la familia, que acabó en quiebra.
Fue secretario de legación en Caracas.
Cuando regresaba, el barco en que viajaba naufragó, perdiéndose gran parte de sus trabajos literarios.
Nocturno
Su obra proviene del romanticismo, aunque se le considera un antecedente inmediato del modernismo, sobre todo por su poema emblemático, "Nocturno III". En general, su poesía tiene un carácter de elegía.Sus obras líricas conocieron una edición póstuma con El libro de versos (1923), al igual que su novela De sobremesa (1925).
Muerte
El 24 de mayo de 1896, José Asunción Silva acabó con su vida en Bogotá, disparándose un tiro en el corazón.Sabías que...
Problemas económicos
Según el testimonio de sus conocidos, se suicidó a causa de sus problemas económicos.Nocturno
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Una noche,
Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
Una noche,
En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas,
A mi lado, lentamente, contra mí ceñida toda,
Muda y pálida
Como si un presentimiento de amarguras infinitas,
Hasta el más secreto fondo de tus fibras te agitara,
Por la senda florecida que atraviesa la llanura
Caminabas,
Y la luna llena
Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
Y tu sombra
Fina y lánguida,
Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectada
Sobre las arenas tristes
De la senda se juntaban
Y eran una
Y eran una
¡Y eran una sola sombra larga!
¡Y eran una sola sombra larga!
¡Y eran una sola sombra larga...!
Esta noche
Solo; el alma
Llena de infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
Separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
Por el infinito negro,
Donde nuestra voz no alcanza,
Solo y mudo
Por la senda caminaba...
Y se oían los ladridos de los perros a la luna,
A la luna pálida
Y el chirrido de las ranas...
Sentí frío. Era el frío que tenían en la alcoba
Tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
Entre las blancuras níveas
De las mortuorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
Era el frío de la nada...
Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectada,
Iba sola,
Iba sola,
¡Iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra, esbelta y ágil
Fina y lánguida,
Como en esa noche tibia de la muerta primavera,
Como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
Se acercó y marchó con ella,
Se acercó y marchó con ella,
Se acercó y marchó con ella...
¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras de los cuerpos que se juntan con las sombras de las almas!
¡Oh las sombras que se buscan y se juntan en las noches de negruras y de lágrimas...!