Íñigo López de Mendoza
Poeta español
Íñigo López de Mendoza nació el 19 de agosto de 1398 en Carrión de los Condes, Palencia.
Hijo del almirante de Castilla Diego Hurtado de Mendoza, señor de Hita y Buitrago, señorío que heredó cuando quedó huérfano a los cinco años.
Pasó sus primeros años de juventud en Aragón, y allí conoció a escritores en lengua catalana.
Participó en distintos hechos de armas: en la batalla de Huelma en 1438 y en la de Olmedo en 1445. Desempeñó misiones diplomáticas en Italia.
Cultivó diversos géneros y estilos: canciones, serranillas, sonetos, composiciones satíricas, políticas y religiosas, o poemas didácticos y alegóricos. El Premio e carta al condestable don Pedro de Portugal (1445) es su obra en prosa más interesante. Compuso los Decires narrativos, una colección de poemas que comenzó en 1437, relatos en primera persona de tipo alegórico. Las serranillas se originan en la tradición popular de los cancioneros galaico-portugueses y en el valorado escritor Arcipreste de Hita.
El título de marqués de Santillana le fue concedido por el rey Juan II tras la batalla de Olmedo (1445), en la que luchó junto al rey contra un poderoso grupo de nobles. Al final de su vida, tomó partido contra Álvaro de Luna, el favorito del rey.
Fue padre del cardenal don Pedro González de Mendoza (1428-1495).
El marqués de Santillana falleció el 25 de marzo de 1458 en Guadalajara; yace enterrado en el mausoleo de los Mendoza del Monasterio de San Francisco.
La vaquera de la Finojosa
Moça tan fermosa
non vi en la frontera
como una vaquera
de la Finojosa.
5 Faciendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño.
por tierra fragosa
10 perdí la carrera,
do vi la vaquera
de la Finojosa.
En un verde prado
de rosas e flores
15 guardando ganado
con otros pastores,
la vi tan graciosa,
que apenas creyera
que fuera vaquera
20 de la Finojosa.
Non creo las rosas
de la primavera
sean tan fermosas,
fablando sin glosa,
25 si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa.
Non tanto mirara
su mucha beldad,
30 porque me dejara
en mi libertad.
Más dije: "Donosa
(por saber quién era),
¿dónde es la vaquera
35 de la Finojosa?
Bien como riendo,
dijo: "Bien vengades,
que ya bien entiendo
lo que demandades:
non es deseosa
de amar, nin lo espera
aquesa vaquera
de la Finojosa.