Aníbal

Aníbal


General y político cartaginés



Nació en 247 a. C. en Cartago. Hijo de Amílcar Barca, acompañó a su padre en la expedición cartaginesa para conquistar Hispania. De niño prometió odio eterno a Roma. Al fallecimiento de Amílcar quedó bajo la tutela de su cuñado Asdrúbal. Desde los 18 años, se encargó de llevar a cabo los planes de su cuñado para consolidar el control sobre la península Ibérica. Combatió a los olcades, a los vacceos y a otras poblaciones indígenas y cuando Asdrúbal fue asesinado, el ejército lo eligió como comandante en jefe. Sometió el territorio entre los ríos Tajo y Iberus (Ebro), excepto la ciudad de Saguntum (Sagunto), aliada de los romanos, la cual fue tomada tras un sitio de ocho meses. Los romanos tildaron este ataque de violación del tratado existente entre Roma y Cartago y exigieron que ésta les entregara a Aníbal. Los cartagineses se negaron, lo que desencadenó la segunda de las Guerras Púnicas. La marcha de Aníbal sobre Roma comenzó en el 218 a.C. Partió de Cartago Nova (hoy Cartagena), en Hispania, con un ejército de cien mil hombres y elefantes. Cruzó los Pirineos y el río Ródano, atravesó los Alpes en quince días. Reclutó hombres entre los ínsubros, pueblo celta de el norte de Italia, para compensar la pérdida de casi la mitad de sus hombres durante la marcha. Derrotó a los romanos mandados por Publio Cornelio Escipión en las batallas de los ríos Tesino (Ticino) y Trebia (218a.C.), y bajo el mando del cónsul romano Cayo Flaminio Nepote en el lago Trasimeno (217a.C.). Después de cruzar los Apeninos e invadir las provincias romanas de Picenum y Apulia, regresó a región de Campania, la cual asoló. El general romano Quinto Fabio Máximo Verrucoso enviado desde Roma, evitó todo encuentro decisivo con las tropas cartaginesas, no obstante mantuvo alejado de Roma a Aníbal, lo que permitió recuperar reservas militares. En la primavera del 216 a.C. tomó posiciones en Cannas, junto al río Aufidus (hoy Ofanto) y aniquiló al ejército romano compuesto por más de 50.000 hombres bajo el mando del cónsul Lucio Emilio Paulo, quien murió en la batalla. El gobierno cartaginés se negó a enviarle refuerzos y marchó sobre Neapolis (Nápoles), pero fracasó en la toma de la ciudad. Sin embargo, Capua, cayó bajo su dominio tras la victoria de Cannas, allí pasó el invierno del 216-215 a.C. En el 211 a.C., intentó tomar Roma, pero fracasó. Los romanos recuperaron Capua. Aníbal pidió ayuda a su hermano Asdrúbal Barca, quien salió de Hispania. No obstante fue derrotado y asesinado en el 207 a.C. por el cónsul romano Cayo Claudio Nerón en la batalla del río Metauro. En el 202 a.C. tuvo que volver a África para dirigir la defensa de su país contra una invasión romana a cargo de Escipión el Africano. Cartago capituló ante Roma y la segunda Guerra Púnica llegó a su fin. Tras la firma de un tratado de paz con Roma en el 201 a.C., reformó la legislación cartaginesa, redujo la corrupción en el gobierno y dejó las finanzas de la ciudad en estado solvente. Sin embargo, los romanos lo acusaron de intentar romper la paz y fue obligado a salir de Cartago, refugiándose en la corte de Antíoco III, rey Seléucida de Siria con el que luchó contra los romanos. Cuando Antíoco fue derrotado en Magnesia del Sípilo (hoy Manisa, en Turquía) en el 190 a.C. firmó un tratado prometiendo la rendición de Aníbal, aunque éste escapó para refugiarse con Prusias II, rey de Bitinia (que reinó en 192-148 a.C.), en el norte de Asia Menor. Roma pidió y consiguió, la entrega de Aníbal, éste se suicidó en el año 183 a. C. en Bitinia.


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