El hasta ahora presidente de la República francesa cede el liderazgo del país a su rival socialista François Hollande, que se ha convertido en el nuevo presidente con el 51,9% de los votos -según los sondeos-. Sarkozy, que ha preparado el discurso con sus colaboradores en el Palacio del Elíseo, ha admitido la derrota y ha pedido a su partido "permanecer unidos". Sarkozy ha asumido toda la responsabilidad de la derrota y se lamentó de no haber podido convencer "a la mayoría de los franceses" de que sus valores son los correctos para guiar al país. "Yo era el jefe y cuando hay una derrota la responsabilidad es mía. Tengo que sacar conclusiones". Pero sigo defendiendo mis ideas. El hasta ahora inquilino de los Campos Elíseos ha felicitado a Hollande y le ha deseado "suerte", porque lo que le espera "no será fácil". "Deseo de todo corazón que Francia pase con éxito las pruebas futuras, ha añadido.
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