A poco más de seis meses de la reelección, Obama comparece en un evento tras otro para recaudar fondos. Asiste a fiestas privadas donde el cubierto puede costar tanto como los ingresos anuales del americano medio, como en la fiesta en casa del actor George Clooney. un abierto partidario de Obama. En marzo pasado, por ejemplo, asistió a una cena de Estado en honor del primer ministro británico, David Cameron, en la Casa Blanca. Obama llegó a la mansión de su amigo en el exclusivo barrio angelino de Studio City en un momento propicio, tras declarar que "las parejas del mismo sexo deberían poder casarse", una afirmación insólita para un presidente en ejercicio. En la entrada se topó con algunos seguidores con carteles como ?La familia gay le da las gracias, señor presidente?. Y ya dentro, le esperaban 150 invitados de lo más granado del Hollywood demócrata. Actores como Barbra Streisand, Robert Downey Jr, Salma Hayek o Tobey McGuire. Todos ellos pagaron 40.000 dólares por la entrada y cubierto -menú del prestigioso chef Wolfgang Puck-, o, lo que es lo mismo, un total de 6 millones. Pero los organizadores anunciaron que la recaudación total podría ascender hasta los 15 millones, lo que convertiría la noche de política-espectáculo en casa de Clooney en una de las más lucrativas de las que se tienen registro. La diferencia saldrá de la rifa organizada por la campaña de Obama entre sus seguidores, que donaron una media de 23 dólares para participar en el concurso de dos invitaciones para la velada. Los republicanos, por su parte, aprovecharon la cena de anoche para volver a disparar contra la faceta mediática del presidente Obama, a quien llaman "celebridad en jefe".
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