El nuevo presidente francés, Francois Hollande, toma posesión como presidente de la República Francesa en el palacio del Elíseo en una sobria ceremonia en la que ha tomado el testigo del presidente saliente, Nicolas Sarkozy, y también ha recibido el collar de Gran Maestro de la orden de la Legión de Honor. Hollande firmó en el libro de honor del palacio presidencial para aceptar el cargo de presidente galo, antes de recibir el collar de Gran Maestro de la Legión de Honor, la máxima condecoración que otorga la República de Francia.Tras la salida de Sarkozy y la exprimera dama Carla Bruni del palacio del Elíseo, Hollande ha dado su primer discurso como presidente francés, en el que ha trasladado "un mensaje de confianza" a los ciudadanos galos, a quienes ha transmitido que Francia es "un gran país" que superará las dificultades "elevándose" y no "doblegándose".Hollande se ha comprometido a promover la "convivencia de todos" los franceses en torno a los "valores" de la República francesa y ha asegurado que devolverá al país a la senda de "la justicia" y abrirá "una nueva vía en Europa", además de "contribuir a la paz en el mundo"."No puede haber cada vez más sacrificios", ha subrayado el nuevo jefe de Estado, que ha apostado por "devolver la confianza a los jóvenes" franceses, fundamentales para la reactivación de la economía del país. "Su participación es vital para el éxito de la economía", aseveró Hollande. En su discurso de investidura, retransmitido por las cadenas de televisión TF1 y France 2, el nuevo presidente galo ha hecho hincapié en que "muchos pueblos" miran ahora hacia Francia, "sobre todo en Europa", y ha remarcado que lo que el país necesita ahora son "proyectos, solidaridad y crecimiento". Tras subrayar que ofrecerá a los "socios" comunitarios "un nuevo pacto" basado en "el estímulo indispensable de la economía", el jefe de Estado ha dejado claro que "Francia es una nación comprometida con el mundo" que "respetará a todos los pueblos".
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