El español se impuso al serbio Novak Djokovic por 7-5 y 6-3 en dos horas y 20 minutos, logrando su sexto título en la capital italiana. En tierra batida roja se mueve Nadal como pez en el agua y, en vísperas del inicio de Roland Garros, lo ha vuelto a demostrar con un incontestable triunfo en la final del Masters 1000 de Roma. El partido debió disputarse el domingo, pero la lluvia lo impidió. La organización del torneo romano recibió muchas críticas por su mala previsión, al programar la final masculina sólo dos horas después del comienzo de la femenina, que se apuntó la rusa Maria Sharapova ante la china Na Li para revalidar su título en la capital italiana.Nadal y Novak Djokovic saltaron finalmente a la pista central del Foro Itálico para luchar por el título en Roma. Sin contratiempo alguno. No aparecieron las nubes y el cielo respetó. Era la tercera final de este año entre ambos. La última, en Montecarlo, la ganó el español para devolverle la moneda el serbio, que semanas atrás le había derrotado en la del Abierto de Australia. Nadal también recuperó el número dos que le había arrebatado el suizo Roger Federer.
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