Alberto Contador culminó junto a la diosa Cibeles su segundo triunfo en la Vuelta a España y el regreso a la cima del ciclismo una vez que concluyó la última etapa que rindió pleitesía al vencedor en el paseo de 115 kilómetros entre Cercedilla y Madrid, en la que John Degenkolb (Argos) se sumó a la fiesta levantando la 'manita' por sus cinco victorias al esprint. El alemán celebró el repóquer bicicleta en alto tras imponerse con la autoridad habitual a los italianos Elia Viviani (Liquigas) y Daniel Bennati (Radioshack).
También levantó los brazos entre la multitud Contador. Cuatro años después de su primer triunfo en 2008, el de Pinto, de 29 años, volvió a lo más alto del cajón para refrendar que sigue en la élite del pelotón internacional, en un año especial, ya que tras cumplir la sanción por dopaje impuesta por el TAS, se presentó en la salida con solo seis días de competición y alguna duda a cuestas. "Una victoria especial después de todo lo que he pasado y porque ha costado mucho. Cuando conseguir algo cuesta tanto se saborea de forma especial", fueron sus primeras palabras en meta.
"Ha sido una Vuelta dura desde el inicio, pero las cosas cuanto más cuestan mejor saben", comenta el corredor madrileño. "Por los antecedentes con los que venía, esta victoria es muy especial para mí, doy las gracias a todos porque venía de mucho tiempo sin competir y estaban las cosas complicadas", añade. "De verdad que han sido muchos meses de trabajo y de sacrificio, ha sido incalculable. Se lo dedico a la gente que ha estado en los buenos y malos momentos, salía a entrenar por ellos", confiesa Contador. "Ahora reflexiono, hay muchísimos sentimientos y son muy grandes, no se pueden explicar con palabras, es una presión liberada. El año que viene veré si vuelvo a la Vuelta, desde luego que me queda un tremendo sabor de boca", subraya el corredor de Saxo Bank.
Contador no ganaba una grande desde el Tour 2009, y desde entonces su peregrinaje por la zona sombría del ciclismo le colocó en otro tipo de debate y le aligeró el palmarés. Cumplida la penitencia y superadas las dudas iniciales, Contador ha vuelto a ganar, y lo ha hecho gracias a una hazaña puntual, inolvidable. Fue la de Fuente Dé, de esas que hacen historia, ante rivales como Alejandro Valverde y "Purito" Rodríguez, que le han escoltado en el podio, y el británico Chris Froome, su futuro rival en el Tour de Francia. Aquel asalto fue el que le condujo de nuevo a la gloria. Madridista declarado, que no forofo, Contador celebró en Cibeles, su quinta grande desde que debutó como profesional en 2003.
La Vuelta ha tenido más protagonistas. Joaquim Purito Rodríguez ha sido el gran animador de la carrera. Con tres triunfos de etapa, estuvo cerca del maillot rojo, pero el Collado de la Hoz le decapitó en una jornada aciaga. También fueron aclamados el australiano Simon Clarke (Orica), rey de la montaña, y el Movistar de Eusebio Unzué, el mejor equipo de la Vuelta. Su líder, Alejandro Valverde, estrenó las cimas de Arrate y la Collada de la Gallina.
Fin de una Vuelta entretenida, competida, de considerable respuesta popular en las cunetas, marcada por los 11 finales en alto, un diseño que busca el espectáculo y que la diferencia de las otras dos grandes. Ahora el Mundial. La meta elevada en Valkenburg les sonará mucho a Contador, Valverde y Purito.
Fuente:vozpopuli.com
© buscabiografias, 1999-2024