El cineasta se sinceró hace dos semanas en una entrevista con Quinn Bradlee. Fue diagnosticado hace sólo cinco años, pero Spielberg explicó que arrastra problemas de aprendizaje desde pequeño. Tardó dos años más que el resto de sus compañeros en aprender a leer, pero sus padres hicieron todo lo posible para ayudarle en sus estudios, reconoce. Spielberg asegura que sabía que era diferente al resto, pero «no sabía cómo llamarlo».
En los años 50, la detección de la dislexia en los niños no estaba tan avanzada. «Mis profesores no entendían por qué iba con tanto retraso respecto al resto de la clase y hablaron con mis padres», recuerda, pero en aquella época «no había programas, no había libros sobre la dislexia». El director aprendió a lidiar con sus problemas de forma creativa: «Nunca me sentí como una víctima. Las películas realmente me ayudaron... Me libraron de la vergüenza, de la culpa», asegura, «hacer películas fue mi gran vía de escape».
Spielberg no ha elegido al azar el lugar de su entrevista. No lo ha hecho en un gran medio, sino en el modesto portal Friends of Quinn: Living with Learning Differences («Amigos de Quinn: Viviendo con "diferencias" de aprendizaje»), encabezado por el hijo del periodista Ben Bradlee.
«Necesita el doble de tiempo que otras personas para leer un libro o un guión», explica el artículo, «pero se toma su tiempo y encuentra cosas que le hacen apreciar la lectura». Lo que nadie podría imaginar que las «diferencias de aprendizaje» del director inspirarían la película de «Los Goonies» (1985). Spielberg, guionista de la cinta, solía referirse al grupo de amigos de su infancia como «el escuadrón Goon».
Spielberg lanza un consejo final a aquellas personas que hayan descubierto que tienen dislexia siendo ya adultas. Niños que se habrán preguntado, como él, por qué las letras no encajaban: «Es más común de lo que se imagina. No están solos».
Fuente: abc.es
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