Ocho años después de ser enterrado en un caótico y multitudinario funeral, Yasir Arafat 'ha vuelto' hoy a la Tierra. Expertos suizos y forenses y jueces franceses, bajo supervisión rusa, efectuaron a primera hora de la mañana la exhumación del que fuera durante más de cuatro décadas el líder del pueblo palestino.
El equipo de investigación cerró el perímetro del Mausoleo Arafat -situado en la Mukata de Ramala- y lo cubrió con una gran tela azul, con el fin de evitar la filmación de la apertura de la tumba que tiene como objetivo clarificar las causas de su muerte el 11 de noviembre del 2004 en el hospital Bercy, cerca de París.
Los resultados del análisis en Suiza de los restos -que serán devueltos a la tumba hoy mismo en una ceremonia militar- están previstos en un plazo de cuatro a seis meses. La sospecha palestina es que fue envenenado con Polonio 210.
Taufik Tirawi, ex jefe de los servicios secretos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y jefe de la Comisión de Investigación de la muerte de Arafat, es rotundo: "No pararemos hasta demostrar que fue envenenado y encontremos al asesino".
Veintena de testimonios
Hasta el momento, las autoridades palestinas han tomado testimonio a unos 25 allegados a Arafat que estuvieron con él en la Mukata antes de ser trasladado a Francia en octubre de 2004. Tras una serie de atentados en las calles israelíes durante la Segunda Intifada, el Gobierno de Ariel Sharon culpabilizó a Arafat y le tuvo aislado y militarmente rodeado en la Mukata durante dos años (2002-2004).
"Para mí no hay duda, Abu Amar fue envenenado", dice a ELMUNDO.es un palestino en una de las calles que conducen a la Mukata. Decir que los habitantes de Ramala viven con mucha emoción la exhumación de su viejo líder sería una exageración. Con una fuerte crisis económica, la continua división interna, la construcción en las colonias de Cisjordania y el estancamiento del proceso de paz, los palestinos tienen otros problemas más importantes.
Además, la creencia entre los palestinos, desde hace ocho años, es que los servicios secretos israelíes están detrás del envenenamiento de Arafat. Con la misma insistencia, Israel niega rotundamente las acusaciones. Tampoco faltan voces que acusan a dirigentes palestinos o allegados en el entorno de Arafat.
La exhumación llega a petición expresa de la viuda, Suha Arafat, tras un reportaje de la cadena Al Yazira en el que se examinaron los restos de sangre, sudor, saliva y orina de las pertenencias personales de Arafat. El Instituto de Radiofísica del Hospital Universitario de Lausana planteó la posibilidad de envenenamiento con la sustancia radioactiva Polonio 210. "Sólo un análisis de los restos puede dar la respuesta", aclararon.
Suha Arafat, que sigue viviendo en el extranjero y mantiene malas relaciones con el actual liderazgo palestino, acudió en agosto a la Justicia francesa para abrir la tumba y analizar los restos. En el año 2004, se negó a autorizar una autopsia para conocer exactamente los motivos de la muerte de su marido, que entonces tenía 75 años.
El informe médico francés no encontró indicios de que fuera envenenado con sustancias radioactivas. Los rumores y teorías de conspiración se aceleraron: hemorragia cerebral masiva, envenenamiento de su comida, leucemia, cáncer, sida, etc.
Ocho años después, la Mukata -ya renovada y con un inquilino nuevo (Abu Mazen)- vuelve a ser el centro de atención aunque por motivos muy diferentes. Fuente:elmundo.es
© buscabiografias, 1999-2024
