El escritor estadounidense Stephen King fue atropellado por una camioneta el 19 de julio de 1999. Realizaba su caminata de siete kilómetros diarios por la localidad de Lovell, en el estado de Maine. Según parece, el conductor perdió el control del vehículo cuando su perro rottweiller lo distrajo en la cabina. La extraña coincidencia del destino muestra que las características de este accidente están en sus libros: "Cujo", cuenta la historia de un enorme perro que enloquece, "Misery", habla de un escritor con las piernas destrozadas a raíz de un accidente, y "Christine" tiene como protagonista un auto maldito. Sufrió de piernas y costillas rotas, de un pulmón perforado, heridas en la cabeza y de una posible lesión cerebral, que lo tuvo a punto de morir. Su recuperación fue lenta y alejada de las letras. Tras siete operaciones salió del hospital y compró la camioneta que lo había embestido para impedir que el vehículo fuera desmantelado por coleccionistas de souvenirs macabros.
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