Pancho Villa
José Doroteo Arango Arámbula
Líder revolucionario mexicano
Nació el 5 de junio de 1878 en Río Grande, Municipio de San Juan del Rio, Durango. Sus padres fueron Arango y Micaela Arombula.
Villa crecía para ser ranchero y no aprendió a leer. No tuvo la oportunidad de asistir a la escuela porque su familia le necesitaba para trabajar en la finca y pagar las deuda de su padre. Tras el fallecimiento de su padre se hizo cargo de la familia trabajando de arriero en la hacienda “El Gorgojito” de Agustín López Negrete. En 1894 disparó e hirió al hacendado al encontrarlo ultrajando a su hermana, que tenía 16 años, y tuvo que huir perseguido por la justicia. Permaneció escondido en el monte donde se unió a unos bandoleros dirigidos por Ignacio Parr y cambió su nombre por el de Francisco Villa. Durante aquellos años fue apreciado por repartir entre los pobres gran parte de lo que robaba.
Cuando estalló la Revolución Mexicana en 1910 contra Porfirio Díaz, se puso a las órdenes de el líder opositor Francisco I. Madero. Fue un buen jefe guerrillero, reclutó en sus tropas a jornaleros y pequeños colonos desposeídos de sus tierras, y participó destacadamente en varias batallas contra el gobierno federal. Durante la administración de Madero, estuvo a las órdenes del general mexicano Victoriano Huerta, que, desconfiando de él, le condenó a muerte por insubordinación. Escapó a Estados Unidos, pero regresó tras el asesinato de Madero y la llegada al poder de Huerta, en el año 1913, uniéndose al Ejército Constitucionalista creado por Venustiano Carranza. Se hizo con el control del estado de Chihuahua y formó la División del Norte, ocupando las ciudades de Torreón, Ciudad Juárez y Zacatecas. Entró en la ciudad de México junto a Emiliano Zapata en noviembre de 1914, tras rechazar la autoridad de Carranza. Sufrió una grave derrota en Celaya frente al general Obregón, por lo que se retiró al estado de Chihuahua, arrebatando propiedades a los grandes terratenientes.
El 9 de marzo de 1916 cruzó la frontera y atacó la ciudad estadounidense de Columbus (Nuevo México), matando a varios ciudadanos y destruyendo parte de la misma. Cuando fue derrocado Carranza, en 1920, Adolfo de la Huerta lo invita a deponer las armas. Pacíficamente se retira a vivir a su Hacienda de Canutillo, en Durango, frecuentemente viaja a Parral, Chihuahua.
Tuvo innumerables amantes y fue polígamo ya que con muchas de ellas contrajo matrimonio por la Iglesia. Villa no fue un hombre bello, pero sí una figura poderosa y no faltaron mujeres para yacer con con él, y para muchas de ellas, quedar embarazadas por el líder revolucionario era todo un honor. El número de sus amantes es imposible de averiguar, sin embargo se han documentado hasta 23 esposas. Se considera que Luz Corral, fue el gran amor de su vida, aunque desde luego que no fue el único, y con casi todas sus mujeres, Villa dejó descendencia.
El 20 de julio de 1923, Francisco Villa emprende el último viaje, pues se le tiende una emboscada en Hidalgo del Parral, Chihuahua, en la que muere acribillado junto con su amigo, el coronel Miguel Trujillo dentro de su automóvil. En 1976 sus restos mortales fueron trasladados al Monumento de la Revolución.
Corrido de Pancho Villa
(Popular mexicana)
Fui soldado de Francisco Villa
de aquel hombre de fama inmortal
que aunque estuvo sentado en la silla
no envidiara la presidencial.
Ahora vivo allá por la orilla
recordando aquel tiempo inmortal,
ayayay,
ahora vivo allá por la orilla
recordando a Villa allá por Parral.
Yo fui uno de aquellos dorados
que con tiempo llegó a ser mayor
en la lucha quedamos lisiados
defendiendo la patria y honor.
Hoy recuerdo los tiempos pasados
que peleamos con el invasor
ayayay,
hoy recuerdo los tiempos pasados
de aquellos dorados que yo fui mayor.
Mi caballo que tanto montaba
en Jiménez la muerte alcanzó
una bala que a mí me tocaba
a su cuerpo se le atravesó.
Al morir de dolor relinchaba
por la patria la vida entregó
ayayay,
al morir de dolor relinchaba
cómo le lloraba cuando se murió.
Pancho Villa te llevo grabado
en mi mente y en mi corazón
y aunque a veces me vi derrotado
por las fuerzas de Álvaro Obregón
siempre anduve como fiel soldado
hasta el fin de la revolución
ayayay,
siempre anduve como fiel soldado
que tanto ha luchado al pie del cañón.
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