En la Grecia clásica la duración media de la vida alcanzó valores que no se volverían a encontrar hasta el siglo XX. Acaso fue la combinación de la moderación y la preocupación por la higiene, la búsqueda de un equilibrio entre bienestar físico y agilidad intelectual a través de la gimnasia de la mente y el cuerpo. Estos son algunos personajes que llegaron a ilustres ancianos: Anaxágoras, vivió hasta los 72 años de edad. Demócrito, introductor del concepto de átomo, se quedó a las puertas de ser centenario. Diógenes, el gran cínico sobrepasó los 80. Gorgias máximo exponente de la filosofía sofista, vivió 107 años. Hipócrates, padre del juramento medico murió a los 83 años. Isócrates escribió su principal obra, un tratado sobre educación, a los 82 años y se suicidó a los 98. Pitágoras, padre de las matemáticas vivió hasta los 90 años. Platón impartió su magisterio hasta los 81. Sócrates tomó la cicuta cuando a sus 70 años aún se encontraba en plena forma. Sófocles, celebrado dramaturgo prolongó su creatividad hasta los 90
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