Apoya la aplicación en Australia de un gravamen a las empresas para reducir la contaminación que producen. Su iniciativa, que incluye una campaña televisiva financiada por Greenpeace y otros ecologistas, ha sido criticada por el senador nacionalista, Barnaby Joyce, que la acusa de ignorar las necesidades de la gente común. "Es genial ver a los multimillonarios a los que no les afecta decir lo bueno que es este impuesto", ha declarado Terri Kelleher, integrante de la Asociación de Familias Australianas. Los medios locales aseguran que la actriz es obsesiva con la duración de sus duchas e intenta reducir sus desplazamientos en coche a 20 kilómetros a la semana.
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