Fallece a los 70 años el escritor Rodolfo Fogwill

(22-08-2010)

A los 70 años, y arrasado por un problema pulmonar, fruto indeseado de su condición de fumador incontinente, el narrador y poeta Rodolfo Fogwill ha fallecido hoy en una clínica de Buenos Aires. Sociólogo, creativo publicitario y provocador vocacional, Fogwill, a secas, como se hacía llamar en los últimos años, deja una enorme marca en la literatura argentina de los últimos 30 años. Le gustaba considerarse entre los tres escritores vivos más importantes del país. Esa broma jactanciosa escondía una enorme cuota de verdad, más allá de las jerarquías. Fogwill deja como legado novelas imprescindibles como Los Pichiciegos, el delirante fresco sobre la guerra de las Malvinas, escrito al compás de la misma confrontación bélica, en 1982. Es, también, el autor de Vivir afuera y En otro orden de cosas, y el libros de poemas Partes del todo. El año pasado se reunieron sus notables cuentos en un solo volumen. Los libros de la guerra, publicado dos años atrás, reúne sus textos periodísticos. "Yo vivo en música. De hecho, dedico más horas a la audición que a la lectura de textos literarios, y por supuesto, que a la escritura. Todos mis textos fueron escrito bajo el influjo de algunas músicas", le dijo alguna vez a este cronista, café de por medio, durante una larga conversación que giró sobre compositores, los supuestos beneficios de la natación y, claro, libros. Melómano apasionado, la obra de Fogwill está atravesada por Argentina: ?En mi cabeza no hay mas informacion que esta, ni otra que me movilice tanto". Como pocos, ha sacado a luz sus paradojas y contradicciones. "Nada parecía irritarlo tanto como el populismo, la estupidez y la prosa mal escrita. El temor que podían tenerle algunos de sus enemigos intelectuales era simétrico a la generosidad que él mostraba hacia sus amigos y los artistas (no solamente escritores) que respetaba y admiraba", ha señalado hoy el escritor Guillermo Piro al trazar su semblanza. Con su muerte se le empieza a recordar como a alguien singular, un maestro generoso y un enemigo temible. El hombre que fundó una editorial, Tierra Baldía, en los años ochenta, en la que publicaron nombres que serían fundamentales: Néstor Perlongher, César Aira, Leónidas y Osvaldo Lamborghini. "El último acto, la última provocación del francotirador, dejó sin palabras a los que escucharon la noticia. El cuerpo le pasó facturas por el exceso de tabaco. Hoy nace un mito, tallado por él mismo con la obsesión del publicista póstumo. El escritor de ojos desorbitados ¿la mirada de un loco¿ fue para la literatura argentina lo que Maradona es al fútbol", ha apuntado el diario Página 12. Fuente: http://www.elperiodico.com/