Un granjero veía como al recoger los huevos estaban todos picados. Llamó a un amigo para pedirle consejo consejo y éste le recomendó ir a la ferretería y comprar huevos de plomo para que la gallina al picotear el huevo de plomo se lastimara el pico y dejaran así de picotear los huevos.
Cuando llegó el granjero a la ferretería saludó:
- Bueeeenosss Dias!!!!! Hay alguien por aquí????
En la ferretería no aparecía nadie y el granjero pasó 10 minutos llamando al tendero. De repente aparece un hombre de unos 80 años por medio de las estanterías, andando despacito, encorvado y con una gran joroba.
Le dice el granjero:
- Tiene usted huevos de plomo?
El viejo le responde:
- No hijo, no... es la reuma... que me está matando.
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