Al menos 217 personas murieron en la ciudad siria de Homs en la madrugada del viernes al sábado durante los bombardeos llevados a cabo por las fuerzas leales al régimen de Bashar al-Assad, según el Observatorio sirio de los Derechos del Hombre (OSDH). En los ataques también se han registrado cientos de heridos, muchos de los cuales permanecen atrapados entre los escombros. "Al menos 138 personas han muerto en el distrito de Jaldiya, incluidos mujeres y niños, y otras 79 en diferentes barrios de la ciudad", ha declarado el director del OSDH, Rami Abderrahman, que también ha reclamado una "intervención inmediata" de la Liga Árabe. Los ataques se han prolongado toda la noche. Durante horas, los refuerzos militares han seguido llegando al barrio de Jaldiya, el más castigado de la ciudad, que ha sufrido una lluvia de obuses lanzados desde tanques y disparos de ametralladoras pesadas, según informaron a Efe los Comités de Coordinación Local (CCL). Ante esta ola de violencia, organizaciones opositoras y el OSDH han pedido a los ciudadanos que salgan a las calles del país mostrar su repulsa por los ataques sobre Homs, en solidaridad con las víctimas. La respuesta no se ha hecho esperar y en varias ciudades de Siria, como Hama o Idlib, los ciudadanos se han volcado contra el régimen. Las protestas contra la violencia se han extendido también a otros países. En Egipto, cientos de personas han asaltado la embajada de Siria en El Cairo poco después de hacerse pública la masacre en Homs.
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