Turner, de 73 años, y divorciado tres veces, siempre fue conocido por sus constantes amoríos hasta que se casó con Fonda, de 74 años, en el año 1991. Estaba tan enamorado de la actriz, que sus amigos pensaron que finalmente había sentado la cabeza y vivirían felices para siempre.
Pero el divorcio sobrevino una década después, cuando Fonda se cansó de sus desvaríos amorosos y de sus locuras, como por ejemplo querer dirigir al mismo tiempo tres cadenas de televisión, un club de béisbol, hasta su obsesión con la muerte o llenar sus ranchos de bisontes, para protegerlos de la extinción.
En su autobiografía, 'Mi vida hasta hoy', publicada en el año 2005, la actriz explicó que se separó del millonario cuando se convirtió al cristianismo sin decirle nada y a Turner aquello no le gustó. Además, estaba cansada de sus constantes infidelidades.
"No se lo dije en su momento porque sentía que no estábamos en el mismo equipo. Además de la vida a tope que compartíamos, yo vivía una vida interior paralela, cuidando de mis necesidades. Y tenia la seguridad de que si le contaba mi conversión, (Turner) me iba a plantear que tenia que escoger entre él y el cristianismo. Peor, me iba obligar a renunciar a mis creencias", escribió Fonda en sus memorias.
Según la actriz, las infidelidades de Turner comenzaron inmediatamente después de la boda. Un mes después, cuando descubrió que él tenia un "caso" con otra mujer, la pareja sostuvo una discusión, que terminó con Fonda tirando un teléfono móvil (celular) a la cabeza de Turner.
Fuente:elmundo.es
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