Pintor español
- Uno de los principales exponentes del simbolismo en la pintura española.
- Obras: La chiquita piconera, Retablo del amor...
- Movimiento: Simbolismo
- Género: Retrato
- Padres: Rafael Romero Barros y Rosario de Torres Delgado
- Cónyuge: Francisca Pellicer (m. 1899–1930)
- Hijos: Rafael, Amalia, María de los Ángeles
Julio Romero de Torres nació el 9 de noviembre de 1874 en el edificio del Museo Provincial de Bellas Artes en Córdoba.
Hijo de Rafael Romero Barros, pintor y director fundador de dicho museo provincial, y de Rosario de Torres Delgado.
Cursó estudios en el Instituto Góngora y en 1884 se matriculó en el Conservatorio de Música para estudiar solfeo. Paralelamente, inició clases de dibujo y pintura con su padre.
De 1890 es su primera obra conocida y fechada, "La huerta de Morales". En 1892 realizó el retrato del periodista Francisco Borja Pavón para la portada del seminario cordobés Revista Meridional. En 1895 pintó "Mira que bonita era", que presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes, donde obtuvo una mención honorífica. Frecuentó la Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, presidida por Teodomiro Ramírez de Arellano; el Ateneo y la Sociedad Económica de Amigos del País.
Se casó con Francisca Pellicer y López. El 14 de agosto de 1902 fue nombrado profesor numerario de la Cátedra de Colorido, Dibujo y Copia. Cesó el 12 de septiembre al ser suprimida la escuela que había fundado su padre. En 1903 fue profesor agregado en la Escuela Superior de Artes Industriales, dirigida por Mateo Inurria. Durante su estancia en Madrid se relacionó con Ramón del Valle Inclán y Manuel Machado. En 1907, participó en la Exposición del Círculo de Bellas Artes de Madrid junto a los "pintores independientes": José Gutiérrez Solana, Ricardo Baroja, Darío de Regoyos y Anselmo Miguel Nieto. Presentó los cuadros "Bendición", "Carmen" y "Fuensanta".
Frecuentó la tertulia nocturna que mantenía Ramón del Valle Inclán en el Café de la calle Arenal, a la que asistían, entre otros, los pintores Ignacio Zuloaga, Ricardo Baroja, José Gutiérrez Solana, Rafael de Penagos, Anselmo Miguel Nieto y Ángel Vivanco. Realizó viajes por Francia, Inglaterra, Italia, Suiza, Países Bajos y Marruecos.
En 1910, participó en las Exposiciones Internacionales de Pintura Española que se celebraron en Buenos Aires y en Santiago de Chile. Ramón del Valle Inclán pronunció una serie de conferencias en Buenos Aires en las que presentó a Julio Romero de Torres como el primer pintor español. En diciembre de 1912 fue elegido académico numerario de la Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba.
Durante 1913, frecuentó, en Madrid, la tertulia de la "Sagrada Cripta del Café de Pombo", que presidía Ramón Gómez de la Serna y a la que asistían los hermanos Zubiaurre, Victorio Macho, Francisco Iturrino, Solana, Santiago Rusiñol, Bagaría, Bartolozzi, Bacarisse, Manuel Abril, Ramiro de Maeztu o Guillermo de Torre.
Retrató a Juan Belmonte y fue uno de los organizadores, junto a Valle Inclán, Julio Antonio, Ramón Pérez de Ayala y Sebastián Miranda, del homenaje que se le brindó cuatro meses antes de tomar su alternativa. En 1914, con motivo del estallido de la Guerra Europea, firmó el manifiesto de los intelectuales españoles en pro de la defensa de los valores espirituales y a favor de la causa aliada.
El 18 de diciembre de 1922, el Ayuntamiento de Córdoba le nombró "Hijo predilecto de la ciudad" y se inauguró una exposición de su obra en el Círculo Mercantil. Romero de Torres participó de la corriente del cartel como medio de comunicación y realizó una serie de obras en las que se integró en la nueva tendencia. Las bodegas de Cruz-Conde le encargaron el anuncio de sus vinos y las populares etiquetas de Anís «La Cordobesa». En Madrid, elaboró el de la corrida patriótica de 1921 en beneficio de las víctimas del desastre de Annual y para la Unión Española de Explosivos de Riotinto, cuatro carteles calendarios de los años 1924, 1925, 1929 y el publicado en 1931.
Conjugó las influencias modernistas con los aires de su tierra. Durante 1926, su estudio de la calle Pelayo se convirtió en centro de reuniones y tertulias. En 1928, pintó "La Virgen de los Faroles", que fue colocada en el retablo de la fachada norte de la Mezquita-Catedral. Comenzó a sentir los primeros síntomas de enfermedad que achacó al cansancio, dejando de pintar durante una temporada. Al no mejorar, consultó a los médicos, quienes le diagnosticaron una grave dolencia hepática y pulmonar.
Julio Romero de Torres falleció el 10 de mayo de 1930 en su casa de la Plaza del Potro en Córdoba. Su viuda e hijos donaron al pueblo de Córdoba los lienzos del artista que habían participado en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, para crear un museo en su memoria.