Manuel Altolaguirre
Poeta español
Manuel Altolaguirre nació el 29 de junio de 1905 en Málaga.
Viaja a Francia en 1930 y establece su propia imprenta.
En 1932 contrajo matrimonio con la poetisa Concha Méndez. De 1933 a 1935, vive en Londres, donde siguió editando libros y fundó la revista hispano-inglesa 1616, en recuerdo del año de la muerte de Cervantes y de Shakespeare.
Regresa a España en 1935 y edita la revista Caballo Verde para la Poesía, dirigida por Pablo Neruda. Perteneciente a la generación del 27, su poesía tiene influencias iniciales de Juan Ramón Jiménez y de Pedro Salinas y, posteriormente de Luis Cernuda. Su obra incluye Las islas invitadas (1926), Ejemplo (1927), Soledades juntas (1931), La lenta libertad (1936), Nube temporal (1939), Fin de un amor (1949) y Poemas en América (1951).
Además de su labor como poeta, fue editor de revistas como Ambos (1922, con José María Hinojosa), Litoral (1927-1929, con Emilio Prados), y Hora de España (1937-1938).
En 1939, tras la Guerra Civil española, se exilió en Cuba. En México fue productor y guionista de Subida al cielo (1951) de Luis Buñuel. Su paso por el cine experimental se refleja en su largometraje El cantar de los cantares (1959). Es autor de un ensayo sobre Garcilaso de la Vega.
Manuel Altolaguirre falleció el 26 de julio de 1959, durante un viaje a España en un accidente de automóvil en Burgos.
Obras seleccionadas
Las islas invitadas — 1926
Poemas del agua — 1927
Soledades juntas — 1931
La lenta libertad — 1936
Las islas invitadas — 1936
Nube temporal — 1939
Poemas de las islas invitadas — 1944
Nuevos poemas de las islas invitadas — 1946
Fin de un amor — 1949
Poemas en América — 1955
Viaje
Su muerte
¡Qué golpe aquel de aldaba
sobre el ébano frío de la noche!
Se desclavaron las estrellas frágiles.
Todos los prisioneros percibimos
el descoserse de la cerradura.
¿Por quién? ¿Adónde?
El sol su página plisada
entró por la rendija oblicuamente,
iluminando el polvo.
Descorrió su cortina el elegido,
y penetró en los ámbitos sonoros
del Triángulo y la espuma.
Nos dejó la burbuja de su ausencia
y la conversación de sus elogios.
(De «Las islas invitadas»)